jueves, 30 de junio de 2016

¡No existe Papá Noel!


Ecuador entró en crisis hace muchos meses, todos lo sabemos, porque gracias a la mayor bonanza petrolera de la historia vimos cómo se construían hermosas escuelas del milenio sobre valoradas, lindos elefantes blancos como el edificio UNASUR que sirve para, como dirían las abuelitas "agarrar polvo", una gran refinería fantasma en la que se gastó más de mil doscientos millones en LIMPIAR EL TERRENO, funcionales y modernos hospitales sin la cantidad necesaria de médicos para la atención al público que este gobierno, en su afán populista, triplicó sin siquiera preocuparse por satisfacer los requerimientos que los hasta entonces afiliados necesitaban, pero en fin, no me voy a detener a hablar de todos los malos manejos disfrazados de "buenas intenciones" existentes en la ROBOlución. Para mitigar la crisis económica burocrática nos fueron imponiendo impuestos, salvaguardas, impuestos de lujo, impuesto sobre un impuesto, sobre otro y otro más... y de pronto: la catástrofe, un terremoto estremeció seis provincias de mi geográficamente pequeño país, de las cuales dos provincias se vieron devastadas. Se pudieron tomar muchas medidas económicas para reactivar el flujo económico (no me hagan comparaciones de Japón y Chile que somos economías muy diferentes) pero el ejecutivo decidió que la solución era subir 2 puntos de IVA, y MÁS IMPUESTOS, y a la gente que trabaja todos los días, que se saca el aire por procurar un poco de felicidad a su familia, a los pequeños empresarios que arriesgan su futuro en una idea (producto/servicio) descontarles un día de sueldo, castigarles, por hacer las cosas bien.
Los asambleístas de oposición estuvieron en contra de esta medida, no porque sean monstruos como la propaganda estatal y su ejército de trolls pagados con dinero de los ecuatorianos trabajadores, quisieron hacer creer, sino porque había alternativas, otras opciones que en lugar de volver a meterle la mano al bolsillo al ecuatoriano en crisis, le ofrecía el estímulo de volver a confiar en su país y comprar dentro de las fronteras...y seguir donando las latas de atún que no construyen carreteras pero sí llenan estómagos. La respuesta de los honor... de los asambleístas de la bandera verde fue que eran unos indolentes.
RECORDEMOS QUE LOS ASAMBLEÍSTAS SON EMPLEADOS NUESTROS PORQUE CON NUESTROS IMPUESTOS LES PAGAN.

Al interior del legislativo surgió la idea de, ya que ellos tienen unos muy nutritivos salarios a costillas nuestras, demostrar solidaridad donando un 10 % de su sueldo, con este descuento igual seguirían ganando más de USD 4.000, pero en ese momento saltó la DOBLE MORAL que tanto han criticado hipócritamente, los mismos que gritaron INDOLENTES a los asambleístas que se opusieron al incremento del IVA se negaron a hacer una donación voluntaria, los propios asambleístas manabas "SE HICIERON LOS LOCOS". Días después salen no solo a decir que sí donaron lo que la ley los obligaba sino que ellos NO SON PAPÁ NOEL para realizar una donación adicional, esa sí voluntaria.

No sé... el ecuatoriano es soñador e ingenuo, muuuuy ingenuo en ocasiones y cree en cualquier discurso no porque sea bobo, sino porque tiene la esperanza de que algún día le cumplan, pero cuando son tan sinvergüenzas, egoístas, o como decimos en mi tierra "CARETUCOS" le matan la confianza a la gente que les confió el voto, esa gente que sale a sudar la camiseta a diario para llevar un par de medias 2 % más caras a sus hijos. Que ustedes que viven, comen, viajan, construyen sus edificios, dan buenos trabajos a sus familiares, visten de diseñador y más, todo gracias al salario exagerado que les pagamos los ecuatorianos, no sean capaces de hacer una donación VOLUNTARIA, no la que les obliga la ley, nos hace recordar que no se puede confiar en nadie, nos recuerda que en efecto, son una farsa, que no tienen corazón, que no existe Papá Noel.